Noche de presentadores, noche oaxaqueña.
En pleno mes de fiesta para los oaxaqueños se llevó a cabo una edición más de la ya conocida plataforma de carácter social Made in Oaxaca. Para quienes aún no saben de esto, en Made in Oaxaca se viven noches verdaderamente a la oaxaqueña, es decir, noches en las que la cultura, el arte, el conocimiento, la música, la gastronomía, el baile, unas cervezas y el mezcal propician el ambiente perfecto para hacer comunidad mediante el intercambio de experiencias tanto del público asistente, como de los presentadores de proyectos independientes que se han gestado en su mayoría dentro de Oaxaca sea cual sea el enfoque o giro de las diferentes iniciativas expuestas, eso sí, siempre y cuando tengan un perfil positivo hacia la sociedad.
En esta ocasión la Noche de presentadores vivida el pasado miércoles fue un tanto diferente, no porque variara en su estructura u organización, sino porque esta vez el equipo de Made in Oaxaca quiso dar un paso más allá y ofrecerle al público una experiencia completa, pues mientras los asistentes prestaban atención a cada uno de los proyectos presentados, también podían disfrutar de una cena muy especial a cargo del colectivo de chefs oaxaqueños llamado “Doce manos” que deleitó a los asistentes con el sabor de la comida oaxaqueña contemporánea en cada platillo y bocadillo cocinado ahí mismo. Por supuesto no podían faltar las chelas que esta vez tuvieron además de la barra tradicional del Taller un stand especial que puso la noche un tanto “Bohemia”.
De esta manera, la más reciente edición de Made in Oaxaca puede considerarse casi como una noche de sinestesia por todas las sensaciones que se pudieron experimentar durante el evento. En un principio, el primer presentador Jesús Ortiz nos provocó a muchos el antojo de un mezcalito al presentar el proyecto “Archivo Maguey”. En seguida, el colectivo Cooperativa Gráfica nos ofreció un viaje visual hacia el mundo de la gráfica al presentar sus proyectos de difusión, producción e intercambio de obra tales como “Pasaporte Gráfico” y “Guelaguetza Gráfica”.
Regresando de este trip, Daniel Villela nos metió a otro al presentarnos su trabajo en el proyecto textil “Phigmento” haciendo énfasis en su trabajo de rescate de fibras, tramas y colores de textiles mexicanos para su aplicación en sus diseños creativos a través de formas modulares.
Al término de la presentación de Daniel Villela, fue momento para que los chefs que se encontraban en el primer nivel dejaran los utensilios de cocina y subieran para terminar de presentarse como colectivo, pues el aroma de la comida que ya había subido los había introducido desde que dio inicio la noche. Como grupo gastronómico “Doce manos” dejó muy en claro su amor por la gastronomía oaxaqueña, así como su responsabilidad por fomentar el uso de alimentos sin procesos químicos en su preparación mientras esto pasaba, a nosotros se nos seguía antojando lo que se ofrecía la barra de alimentos.
Para finalizar la ronda de presentadores, Jacobo y María Ángeles nos platicaron una emotiva historia sobre el inicio y la trayectoria de su taller de alebrijes, así como sobre los retos a los que se han enfrentado como familia y su situación actual. Para ellos el trabajo, la perseverancia, la dedicación y la confianza en sí mismos es lo que los ha llevado a tener reconocimiento nacional e internacional. Sin duda, el trabajo realizado por ellos tiene un valor muy especial no sólo por la calidad de las piezas elaboradas, también por toda la tradición que representan. “Si tu haces bien las cosas, por ende te va a ir bien” es lo que mencionan ambos para cerrar su presentación y el ciclo de presentaciones de aquella noche.
Sin embargo, la celebración no terminaría ahí. Mientras los asistentes bajaban a refrescarse con las bebidas espirituosas de la barra o a probar los alimentos, el que había sido foro de exposiciones, ahora se convertía parte en pista de baile y parte escenario para la ByT Band que nos pondría a bailar al ritmo de un reggae hecho en Oaxaca. Más tarde, la noche seguiría viva con el beat de Free Hall, quien llevaría a buen puerto esta edición de Made in Oaxaca que, como ya mencionamos antes, ha superado a las realizadas con anterioridad.
Por último, sólo nos resta esperar la siguiente noche de presentadores, pues según el equipo de Made in Oaxaca, promete ser aún mejor ya que se pretende que sea una edición especial debido a su primer año como plataforma social de difusión y apoyo a proyectos oaxaqueños independientes, así que a guardar energías para la siguiente noche.
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