Es una mujer excepcional, su nombre es Nathaly Bonilla y con su genio y talento ha ido dejando huella en diferentes lugares. Sus dibujos son como barquitos de papel en los que navega en esta aventura que se llama vida.
Desde sus 14 años ha disfrutado con frenesí proyectar su alma y feminidad a través de lápices y pinceles. Entre colores ella emerge de lo cotidiano y con sus ilustraciones nos demuestra que los límites de la realidad son mentales, así como también, que la mejor forma de vivir historias y contarlas es mediante de la imaginación
El crema pálido de las hojas y lienzos sobre los cuales imagina tantas historias es el color favorito de esta artista visual, quien creció contemplando los amaneceres fríos de Los Andes Venezolanos.
¿Cómo empezó todo? ¿Cuándo comenzó tu pasión por el arte?
El dibujo fue mi primera forma de comunicación efectiva, aún hoy en día sigue siéndolo. Empecé a vivir del arte a los 14 años, haciendo pequeños encargos y poco a poco he ido conociendo mi trazo y sigo evolucionando con él.
Mi formación ha sido autodidacta, desde el principio he tenido mucha curiosidad por aprender y hacer crecer mi trazo. Lo maravilloso del arte es que jamás dejas de aprender, y eso me emociona muchísimo.
¿Qué técnicas usas y cómo las desarrollaste?
Trabajo con variadas técnicas, desde el óleo, acrílico, acuarelas, tintas, lápiz, digital, hasta el dibujo sobre la piel (tatuaje). El aprendizaje y desarrollo de estas técnicas se ha dado por la constante práctica y estudio.
¿Desde cuándo y por qué decidiste tatuar?
Decidí tatuar hace unos años cuando la curiosidad por explorar nuevas técnicas y el apoyo constante de mis seres queridos me animó a comprar una máquina de tatuar. Un año y mucha práctica después tatué por primera vez en piel real, y desde entonces no puedo renunciar a esta técnica de dibujo.
¿Entre tatuar e ilustrar libros qué te gusta hacer más y por qué?
No puedo elegir una sola cosa para hacer, creo que cada una me conecta con una parte distinta de mi alma creadora.
¿Qué nos quieres contar con tus dibujos, qué te inspira?
Los dibujos que hago para tatuajes tienen una historia propia, algo que converso previamente con cada uno de mis lienzos, mi trabajo allí es interpretar las historias que ellos quieren contar. Sin embargo, necesito identificarme con las historias para lograr interpretarlas, en ese sentido me inspira la bondad, las luchas por la justicia, los sentimientos profundos, la naturaleza, la mujer fuerte, los sueños, el espacio, la música, el silencio, los ojos…
¿Cómo es tu proceso creativo y qué es lo más te motiva a crear?
Me motiva mucho la naturaleza y sus procesos sublimes de creación, me inspira la mujer ligada al mundo natural, me inspiran los sentimientos profundos y los personajes que acompañan a mi mente.
Siempre tengo ganas de crear, así que estar constantemente haciendo garabatos me ayuda a conseguir al menos una buena idea cada cierto tiempo.
¿Cómo es Nathaly Bonilla cuando no está dibujando? ¿Qué hace, qué lee, qué escribe, qué ve? ¿Qué nutre tus ideas?
Me considero una adicta al trabajo, y esto es sencillamente porque amo lo que hago, cuando no estoy dibujando estoy planificando nuevas ideas, publicando mis trabajos en las redes sociales, estudiando.
Veo algunas series, pocas películas y actualmente estoy enganchada con un podcast. Creo que todas las vivencias ajenas pueden también enriquecer mi trabajo y por eso me gusta mucho escuchar lo que los demás tienen que decir.
¿Cómo va tu proyecto de emprendimiento?
Actualmente estoy desarrollando una pequeña marca de productos de alta calidad que espero puedan ver en el 2016, también tengo otros proyectos en proceso que me emocionan muchísimo y no aguanto al momento en el que pueda contarles todo.
¿Qué retos como artista has tenido que enfrentar y qué piensas que te falta por hacer?
La lucha por administrar el tiempo y los momentos para crear y convivir, entender que de todas las críticas las más duras son las propias y que son absolutamente necesarias, conocerme primero para entender lo que quiero expresar, lidiar con el plagio que se vive al publicar una pieza en internet y seguir haciendo todo esto una y otra vez son los mayores retos.
¡Me falta muchísimo por hacer! Hasta ahora estoy comenzando y siento que con tantos proyectos necesito vivir unos 150 años para lograr todo lo que quiero.
¿Algún consejo para los artistas emergentes?
Practiquen mucho, a diario, y no se comparen negativamente con los demás. Cada individuo tiene sus propios procesos y es divino disfrutarlos.
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